28 de noviembre de 2010

RZCD-FCB


 Un par de semanas antes de que se disputase el partido, los miembros del grupo nos pusimos en marcha para preparar este partido a conciencia, que sería nuestro primer partido como grupo en sí.
Si ya estuvimos presentes en los demás partidos ligueros y de Copa disputados en La Romareda, nos centramos especialmente en este partido, que debía ser la carta de presentación.
Pues bien, durante estas dos semanas previas, nos reunimos en varias ocasiones y las ideas para el pre-partido contra el FCB fueron surgiendo poco a poco.
Se barajaron muchas opciones, pero al final la que más triunfó fue la de hacer una barbacoa en la que poder reunirnos, comer a buen precio y beber en grandes dosis.
Rápidamente, varias personas se pusieron manos a la obra para preparar el evento (a las cuales doy las gracias desde aquí, ellos ya saben quienes son), que era de asistencia obligada para todos los Leyales.

Sin enterarnos, llegó el día del partido.
Salió un día nublado, el frío y el cierzo se hacían notar con fuerza, en definitiva, se preveía un gran día de camaradería.
   La hora de quedada se estableció a las 13:00h en un conocido centro comercial zaragozano, pero evidentemente, la gente quedó previamente en sus barrios o pueblos para subir ya directamente en coche al lugar de reunión y donde se iba a realizar la parrillada.


Poco a poco iba llegando gente y más gente, por lo que se decidió ir subiendo hacia la nave y así ir preparando todo. Nuestra sorpresa al llegar a la nave fue la presencia de dos personajes de Leyales, que se habían encargado de subir previamente toda la bebida y comida, y estaban preparando ya las brasas.


Entre bromas, cánticos, trapos sucios y demás situaciones irrisorias, la gente que faltaba por cuestiones de trabajo iba llegando a la nave, y tras esperarlos, procedimos a comer.
Más de uno por hacerse el valiente se quemó la mano al coger la carne de las brasas, lo que dio lugar al cachondeo general por parte de los allí presentes.
Durante la comida, las cervezas caían una tras otra sin darnos cuenta, y los más alcohólicos, optaron por empezar con los cubatas de pacharán o de vodka.


   Ya con el estómago lleno, nos dedicamos exclusivamente a beber exageradamente hasta la hora del partido. Mientras unos se dedicaban a hacer el capullo por los alrededores de la nave, otros en cambio decoraron el lugar con los colores zaragocistas y otros, enchufaron los altavoces de sus coches a todo volumen y empezaron a bailar sin talento. 



Iban pasando las horas, y nosotros sin enterarnos. Por lo que varios miembros del grupo levantaron la voz con el objetivo de hacer una ‘’reunión improvisada’’ en la que debatir lo que íbamos a hacer una vez dentro del estadio. Ésta no tuvo mucho éxito, pues el estado de alguno no era el más adecuado para debatir temas serios… por lo que se decidió aplazar la reunión para la semana siguiente.



Con las existencias de comida/alcohol agotadas, y con la hora del partido que se nos echaba encima, optamos por montarnos en los coches y tomar rumbo hacia La Romareda.
Una vez dentro, nos empezamos a hacer notar con nuestros cánticos y levantamos nuestras banderas y bufandas cuando ambos equipos saltaron al campo.
Y del partido poco que contar, parece ser que nuestros jugadores le echaron garra y coraje, pero nada pudieron hacer contra los blaugranas, que ayudados por el colegiado, obtuvieron los tres puntos sin demasiado esfuerzo.


Enfadados, hastiados y cansados por la gestión de los mandamases que ‘’patrullan’’ nuestro club, una vez más (como en los demás partidos de la temporada), sacamos a relucir alguna que otra pancarta-mensaje y entonamos  multitud de cánticos en contra de la directiva y a favor de temas muy importantes para nosotros, como puede ser el tema del escudo.
Así terminó el partido, con la moral por los suelos, y sorprendidos por la apatía reinante en el aficionado zaragocista, que apenas siguió nuestros cánticos y parecían más concentrados en pelar sus pipas o hacer fotos a los jugadores del FCB, que en protestar contra los dirigentes de ‘su’ club, que nos están llevando a la ruina tanto económica como deportiva. En definitiva, tenemos lo que nos merecemos, una pena.

Ya fuera del campo, unos optaron por irse ya para casa a descansar, otros engancharon para empezar a trabajar, y los más desgraciados de Leyales, salieron de marcha hasta las tantas de la madrugada.
  Sin más dilación, esto es lo que dio de sí nuestro primer día como grupo, un día inolvidable y que esperamos se vuelva a repetir.
Un saludo para todos los que estuvieron, y también para los que por diversos motivos, no pudieron compartir este día con los demás integrantes de Leyales.

LEYALES ZARAGOZA: POCOS PERO LEALES.