23 de diciembre de 2010

LAS S.A.D. Y LAS DESAPARICIONES DE LOS EQUIPOS

Hoy me he levantado y me he metido a Internet como otro día más. Pero hoy ha sido algo especial, he visto las fotos de unas manifestaciones en Oviedo y Vitoria, de unos aficionados que no buscan, ni luchan por que su equipo gane la liga ( eso ya solo es cosa de dos) ni por meterse en la UEFA, sino por que su equipo no desaparezca.


Estos aficionados se manifestaban porque el equipo de sus amores, el de su tierra, aquel que seguramente empezaron a querer desde niños, cuando corrían mejores tiempos para el fútbol y, aunque no lo quieran reconocer los periodistas y los dirigentes de la federación, para la liga española.
Este niño, ya mayorcito, aún se acuerda y sueña con tiempos de gloria. Cuando nuestro Real Zaragoza, humilde pero por ello todavía más grande se batía de igual a igual con los poderosos de España y de Europa, sacándoles los colores en ciertas ocasiones.

Todo esto ha cambiado, mi equipo es dirigido por un constructor sin escrúpulos. Quiso hacer el negocio del siglo recalificando las oficinas del club y vendiendo la ciudad deportiva. También había un proyecto para construir el nuevo campo de fútbol el cual se volatilizó como se esfuma nuestro prestigio, nuestro escudo y todo lo que toca este peculiar Rey Midas de la desgracia.

Por desgracia, en esta tierra ya sabemos mucho de desapariciones y aún tengo muy en la mente la desaparición de "MI" CAI. Otro histórico, como históricos eran los derbis con el Huesca la Magia, los cuales también se marcharon por culpa de unos ineptos dirigentes.

Con todo esto todavía vivo en nuestra memoria, entiendo que la afición zaragocista se sienta reticente a las protestas (más vale malo conocido que bueno por conocer), que no tenga ganas de animar, que decida abandonar el estadio cuando falta todo un mundo, etcétera. Pero es lo que tienen los traumas, que son muy difíciles de superar y que cada uno los afronta de una manera distinta.


Desde estas líneas solo puedo y quiero acordarme de todos los aficionados del Alavés ,  Oviedo, Logroñes, Mérida y tantos otros que lo están pasando mal por culpa de unos mafiosos dirigentes, que no entienden que los sentimientos ni se venden ni se compran.