1 de junio de 2013

Carta de un Leyal exiliado

Qué duro es ver desde la distancia como el equipo que llevas en la sangre se va muriendo poco a poco. Que impotencia da que unas garrapatas pisoteen tus sentimientos para llevarse un tanto por ciento. 

Hoy el Real Zaragoza va a bajar a segunda. 
Sólo un milagro podría impedirlo y de esos ya llevamos unos cuántos.
Hoy el Real Zaragoza va a bajar a segunda, pero los sentimientos no entienden de divisiones.

Recuerdo una gran cita de una gran película, El secreto de sus ojos: “Una persona puede cambiar de nombre, de calle, de cara…pero hay una cosa que no puede cambiar… no puede cambiar de pasión”. Y eso es algo que no van a cambiar una banda de parásitos, empezando por la deleznable directiva y terminando en los niñatos consentidos de los jugadores, que les dan una oportunidad para defender la camiseta de un equipo histórico y se dedican a beberse las noches.
No. No nos haréis cambiar. Ni los que piensan que el fútbol son 22 jugadores tras una pelota.

El Real Zaragoza es una pasión.
Un sentimiento que se vive desde pequeñito.
Ver ondear las banderas siendo un renacuajo aunque no pudieses ni entrar al campo, escuchar los goles desde fuera y entrar en los últimos 5 minutos cuando abrían las puertas para ver la Romareda a reventar.

Crecer y vivir derrotas y victorias.
Descensos y títulos.
Cabreos insanos y alegrías desmedidas.
Lloros de rabia y lloros de emoción.
Desplomarse o ver como entra un misil desde el centro del campo, que te permite saltar en el sofá por primera vez sin que te riña tu madre.

No intento que nadie me entienda. Ni siquiera me importa. Porque sé que cuando estoy en Zaragoza cuento con mis compañeros de grada. Con mis amigos. Con mi familia. Algunos los he conocido hace poco. Con otros llevo ya 10 años yendo a la Romareda y recorriéndome toda España. Por eso me duele no estar ahí en los malos momentos.

No intento que nadie me entienda. De hecho, creo que nunca he hablado con mis amigos de nuestro sentimiento hacia el Real Zaragoza. Porque cuando estás en la grada, cuando cantas al unísono y cuando celebras un gol, puedes ver en sus caras el mismo sentimiento.

¡Ese sentimiento que nadie nos puede quitar!
¡¡¡SIEMPRE REAL ZARAGOZA!!!
#AGAPITOFUERAYA