1 de mayo de 2011

Desplazamiento al Bernabéu

 UNA HISTORIA DE ORGULLO



Otro desplazamiento y otra demostración de orgullo. Allí estuvimos una decena de Leyales, recorriendo kilómetros y superando obstáculos, nunca mejor dicho después de recorrer los interminables tramos de obras que nos conectan con la capital del Reino.
Esta vez tocaba contra un equipo grande, el elegido por gran parte de nuestros paisanos, que victimas del aborregamiento televisivo se han visto obligados a adoptar como propio para tener de que hablar en la barra del bar.
En todos los cálculos matemáticos para lograr la salvación se daba por hecho que no sacaríamos ningún punto de esta visita. Había que centrarse en los partidos en casa. Sin embargo los cerca de 300 aficionados maños que llenamos de color la esquina del 4º anfiteatro soñábamos con pescar en rio revuelto e incluso conseguir una victoria, que en realidad es más que una victoria, son también 2 cm mas de altura para todos los que tenemos que convivir con ganadores de copas de Europa y ligas.

Nuestro himno retumbo por las paredes del estadio, en las que se sentaba una afición inerte, y que nos dedicaba miradas de incredulidad unas veces y de sorpresa otras al ver que nuestro esfuerzo podría ser recompensado.
Las cosas se nos pusieron de frente en el terreno de juego y en las celebraciones todos los allí presentes nos abrazábamos. Nos abrazábamos con amigos pero también con desconocidos, desconocidos que sufren lo mismo que tu y que el amor por el equipo hizo que coincidieseis en esta ocasión para luchar codo con codo. Allí estábamos compartiendo nuestro zaragocismo, conectando el corazón con la garganta para alentar a los encargados de defender sobre el césped, lo que queda de NUESTRO club (escudo cambiado por mis cojones y camisetas radiactivas incluidas),gracias a la acción desinteresada de nuestro querido presidente.
Sin embargo la sombra del empate o de la derrota estaba presente a pesar de ir ganando. El segundo de ellos, los continuos ataques y los balones sacados justo de la línea de meta, consiguieron que la desesperación hiciera acto de presencia en ese pequeño rincón, que estaba tan cerca del cielo pero a un solo paso de la gloria. Para garantizar el final de infarto, el colegiado decido añadir 6 minutos de descuento. Los zaragocistas reaccionamos con pitos, para después volver a refugiarnos en los canticos zaragocistas como si de plegarias se tratase. No podía ser ya nos habíamos hecho a la idea de que esta vez el equipo perdedor, el nuestro, el rechazado por nuestros compañeros de clase o de trabajo, iba a ganar.
Pitido final, lo habíamos conseguido,por fin una de esas alegrías que de vez en cuando nos dan y que nos ayudan a seguir hacia adelante. Nuestras sonrisas contrastaban con las caras de indiferencia de la afición local, consolada en el hecho de saber que los 3 puntos no le servían de mucho. Nosotros nos trajimos los 3 puntos y una historia para contar al típico amigo merengue que lógicamente nunca entenderá, una historia de orgullo.

PD: Feliz día de la madre a todas las madres que han traído zaragocistas a este mundo, porque ellos serán los encargados de mantener viva la llama que un día heredamos nosotros.

QUE EL REAL ZARAGOZA NUNCA NOS SEA INDIFERENTE.